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4 Preguntas | 4 Respuestas de la Dra. María Nazarena Pizzi
Médica Staff de Sección Cardiología Nuclear y Tomografía computada cardíaca, Hospital Vall d´Hebron, Barcelona, España.
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[acc_item title=”1. ¿En qué consiste la Tomografía por Emisión de Positrones (PET)/angio-tomografía computada (TC)?”]Un PET/angio-TC es una imagen híbrida obtenida en un equipo con capacidad para detectar una imagen metabólica, que surge de fotones emitidos por trazadores que se desintegran mediante aniquilación de positrones, y en forma secuencial una angio-TC cardíaca sincronizada con el ritmo cardíaco, que requiere contraste yodado endovenoso para evaluar las estructuras vasculares. Posteriormente y según los objetivos diagnósticos, las imágenes metabólicas y anatómicas pueden analizarse en forma individual o como imágenes de fusión.[/acc_item]
[acc_item title=”2. ¿En qué pacientes de la práctica cardiológica este estudio puede aportar información relevante?”]Los pacientes en los que puede utilizarse con mayor rédito diagnóstico son:
Estudio de isquemia/viabilidad miocárdica (PET de perfusión miocárdica y de metabolismo glucídico) en los cuales además interesa evaluar la anatomía coronaria mediante una angio-TC.
Sospecha de endocarditis infecciosa sobre válvulas protésicas y dispositivos intracardíacos, fundamentalmente.[/acc_item]
[acc_item title=”3. En el escenario de la endocarditis infecciosa, ¿qué información puede aportar este estudio?”]Los estudios de PET/angio-TC han sido incluidos como criterio mayor de diagnóstico en las guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) de manejo de Endocarditis Infecciosa publicadas el pasado año. Hasta hoy, su utilidad solamente se ha demostrado en el escenario de endocarditis protésicas, por lo cual su indicación se debe limitar a este grupo de pacientes (aproximadamente el 30% de las endocarditis). Los estudios de PET/angio-TC poseen una elevada sensibilidad para detectar infección y han logrado incrementar el rédito diagnóstico de los tradicionales Criterios de Duke modificados hasta valores de sensibilidad del 91-97%, nunca antes reportados en la literatura en esta patología. La adición de la angio-TC a las imágenes metabólicas permite además detectar un mayor número de lesiones anatómicas respecto a las detectadas mediante ecocardiografía, principalmente abscesos y pseudoaneurismas.[/acc_item]
[acc_item title=”4. En el contexto de la endocarditis infecciosa ¿cuál es escenario en el que se debe solicitar en la práctica clínica?”]El escenario en el que se debe solicitar un PET-angioTC, en acuerdo con las indicaciones de las guías, es el subgrupo de endocarditis protésicas (posibles o rechazadas pero con alta sospecha clínica), con la precaución en la interpretación de las imágenes cuando la cirugía ha sido muy reciente (primeros 3 meses).
Existen otros escenarios en los cuales podría tener utilidad:
Endocarditis protésicas definitivas con sospecha de complicación perivalvular, no aclarada mediante ecocardiografía.
Endocarditis protésicas definitivas, para detección de embolias periféricas – puertas de entrada.
Sospecha de infección de dispositivos intracardíacos.
Imagen explicativa: Endocarditis de bioprótesis aórtica por Str. bovis. Se observa intensa fijación de fluorodesoxiglucosa (FDG) en relación al anillo valvular e imágenes de densidad de partes blandas en el plano inmediatamente inferior correspondientes a vegetaciones.[/acc_item]
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