Debido a la biacumulación y propagación de contaminantes químicos de la cadena de producción de alimentos, se considera a la comida una fuente mayor de exposición a contaminantes químicos. La exposición a contaminantes orgánicos persistentes (COP), como los polifenilos policlorinados (PCB), dioxinas o pesticidas, son fuentes de riesgo alimentario. El DDT es quizá el pesticida más conocido y ampliamente difundido. La exposición humana a los COP proviene principalmente del consumo de carne, lácteos, pescados y mariscos. También podemos mencionar a los productos químicos relacionados con el plástico (PAC) en particular el Bisferol A (BPA) y los ftalatos, que son los mayormente conocidos a la hora de estudiar efectos cardiovasculares deletéreos. El BPA fue detectado en orina de más del 90% de la población estadounidense. Este producto es un monómero del policarbonato y de resinas epoxi. Otros contaminantes de la alimentación incluyen mercurio plomo cadmio nitratos y amonio.
Se cree que el mecanismo fisiopatológico por el cual actúan sería interactuando con receptores nucleares, activando diferentes vías que conducen a producir estrés oxidativo, con aumento de resistencia a la insulina, interfiriendo en la función de la angiotensina, con posterior daño endotelial.
En la primera encuesta Nacional de nutrición de EEUU (NHANES 1999-2002) demostró evidencia de la relación entre enfermedades cardiovasculares con concentraciones más elevadas de PCB, y pesticidas en suero. En la NHANES 2003-2004, además se encontró asociación entre el Bisfenol A y las enfermedades cardiovasculares. En NHANES 2005-2006 se reconfirmó estas asociaciones, pero no se logró distinguir los distintos tipos de enfermedades que provocaban, siendo uno de los desafíos actuales.
El ftalato de monometilo y algunos tipos de PCB se relacionan con la formación de placas ateroescleróticas, además con inflamación lipídica en espacios miointimales.
En cuanto al desarrollo de Diabetes, la exposición al COP y especialmente DDT se ha asociado al desarrollo de esta enfermedad en numerosos estudios prospectivos.
Respecto a la Hipertensión arterial (HTA), se encontró mayor incidencia en mujeres contaminadas con PCB (RR de 2.3) y RR de 5 para nuevo diagnóstico de HTA en mujeres con concentraciones más altas de dioxinas.
En NHANES 2003 y 2005, el RR de infarto agudo de miocardio (IAM) fue de 1.2 para niveles elevados de BPA en orina. Además el estudio longitudinal europeo EPIC presentó mayor incidencia de enfermedad coronaria con los niveles más elevados de este compuesto.
En un estudio realizado en áreas cercanas a desechos contaminados en Nueva york, se encontró que el COP se asoció con mayor incidencia de enfermedad coronaria OR 1.36 y de stroke OR 1.15.
Comentario:
Las personas y el sistema cardiovascular se encuentran permanente expuestas a distintos tipos de contaminantes. Los procesos de industrialización de los alimentos generan a través de los ultraprocesados un impacto cardiovascular directo en la población mundial.
Hoy se conoce, sobre todo luego del estudio francés Nutrinet Santé que las personas consumidoras de alimentos orgánicos, tienen menores riesgo de desarrollar hipertensión, diabetes, enfermedades endocrino metabólicas y enfermedades cardiovasculares. Es importante destacar que en general las personas que consumen alimentos orgánicos tienen mejor estilo de vida y hábitos más saludables. Futuros estudios e intervenciones podrán traer a la luz más conocimiento sobre los efectos de diferentes contaminantes de alimentos y la forma de reducir su exposición para mejorar la salud cardiovascular a nivel global.
Referencia:
Ecology of the cardiovascular system: part II- a focus on non-air related pollutants. Trends Cardiovasc Med. 2019 July; 29(5): 274–282. Argacha JF et al.
