El tabaquismo: Una amenaza para el desarrollo

Por el Dr. José Gustavo Escobar Calderón, director del Consejo de Epidemiología y Prevención Cardiovascular “Dr. Mario Ciruzzi”

Sabemos que el consumo de tabaco activo y pasivo mata cada año a casi 6 millones de personas, y está proyectado que las muertes aumentarán hasta más de 8 millones anuales en 2030, si no intensificamos las medidas para contrarrestarlo.

También sabemos que el tabaquismo constituye una de las principales causas de muerte en el mundo, siendo, además, el principal responsable de la incidencia de cáncer de pulmón, enfermedad cardiovascular (IAM, ACV, vasculopatía periférica, HTA, insuficiencia cardíaca, aneurismas aórticos), enfermedad pulmonar crónica (EPOC), cáncer de páncreas y de estómago, entre las consecuencias más extendidas.

En Argentina la prevalencia de fumadores en el rango etario de 16-65 años es del 32,7% en los hombres y el 22,5% en las mujeres. Son los jóvenes entre 25 y 34 años el grupo de mayor consumo de tabaco, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 30,8%. (1)

Otro dato impactante es la adicción en los adolescentes. Constituye un dato preocupante la alta incidencia de alcoholismo en los adolescentes seguido por el tabaquismo. A ello sumemos que en la mujer a esta edad representa el consumo de sustancias psicoactivas de mayor incidencia.

El tabaco y el alcohol son las sustancias psicoactivas que los estudiantes consumen más tempranamente: desde los 13 años a nivel nacional y 13,9 años en CABA.

No podemos olvidar la prevalencia del tabaquismo en médicos. En 2005 se publicó el estudio TAMARA I (2), que encuestó 9.530 médicos; y en 2013 TAMARA II (3), con 3.033 médicos. Estas 2 publicaciones mostraron una elevada prevalencia de tabaquismo en los médicos a pesar de una disminución del orden del 39% (del 30% al 19,7%). Fumaban más los médicos que trabajan en áreas de urgencia o en especialidades quirúrgicas. Daban más consejos para dejar de fumar los extabaquistas y aquellos que en su formación de grado o posgrado recibieron algún tipo de capacitación sobre el tabaquismo.

Nuestro Rol

El tabaquismo cuenta con sobrada y contundente evidencia acerca de ser el principal factor de riesgo cardiovascular; y la cesación tabáquica reduce el riesgo de muerte, incluso en pacientes con enfermedad.

Pero a pesar de esta evidencia inequívoca, el tabaco es a menudo el gran olvidado por nosotros, los cardiólogos, que solemos poner el foco en el tratamiento de la hipertensión, hiperlipidemia o diabetes, olvidando que las intervenciones breves realizadas por los médicos en la consulta habitual recomendando la suspensión del hábito de fumar han demostrado desalentar el tabaquismo.

Tampoco debemos olvidar que la prevención primaria y secundaria de la enfermedad cardiovascular en el paciente tabaquista no es responsabilidad sólo del médico, sino del sistema de salud y se debe iniciar cuando el paciente concurre a un centro de salud, en donde ya el administrativo o el enfermero interrogan sobre su status tabáquico.

Hoy el tabaquismo requiere de un enfoque de gestión a largo plazo que no es diferente de otras enfermedades crónicas, por lo que la identificación sistemática del estado de tabaquismo, el asesoramiento para dejar de fumar y disponer de recursos, conocimiento del tratamiento de cesación tabáquica o lugares que sean asequibles para ayudar a los fumadores a hacer un intento de dejar de fumar deben ser una práctica estándar y el objetivo de todo el sistema de salud.

Además, el tratamiento de tabaquismo ha demostrado abundante evidencia de la eficacia de la farmacoterapia con bupropion, vareniclina y el apoyo psicosocial para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. (4)

Cigarrillo electrónico, ¿sí o no?

Muchas son las dudas que en los cardiólogos despierta el cigarrillo electrónico.

¿Es un método efectivo para dejar de fumar?

Son muy pocos los estudios respecto al cigarrillo electrónico, pero la mayoría reflejan una tendencia al consumo dual de cigarrillo convencional y cigarrillo electrónico. (5)

Un metaanálisis encontró una menor tasa de abstinencia con el cigarrillo electrónico. Lo claro es que esta tendencia al consumo dual no aumenta la tasa de cesación tabáquica, sino que dificulta el cese total y favorece la bidireccionalidad entre el cigarrillo convencional y el electrónico.

¿Cuál es la seguridad del dispositivo electrónico en su fabricación?

Deja también muchas dudas por qué no se pudo obtener la aprobación regulatoria como medicamento en ningún país, y no hay un claro conocimiento de la cantidad de sustancia tóxica, ni el efecto a corto o largo plazo.

Hasta que exista mayor evidencia, el mayor temor es que el dispositivo se convierta en un cigarrillo igual de adictivo que el convencional. En esta línea de pensamiento podría constituir una amenaza para la salud pública no sólo por los daños de la nicotina, sino también por el riesgo de usar otras sustancias no reguladas.

Conclusión

A modo de conclusión, el tabaquismo impone una importante carga económica; es responsable de una importante proporción del gasto sanitario por costos directos en el sistema de salud y por productividad perdida.

Todo esto exige intensificar las estrategias de prevención, fomentar patrones de cultura y educación que desalienten el consumo de tabaco, como programas comunitarios, en la escuelas, universidades y en la actividad laboral.

La educación en niños y adolescentes es un campo que debemos fortalecer no sólo para prevenir el tabaquismo sino también el alcoholismo.

También, tiene un importante papel para la salud pública la enseñanza desde la carrera de grado a los médicos de los efectos perjudiciales del tabaquismo y la implementación de programas de entrenamiento en los tratamientos para dejar de fumar.

Debemos disponer de centros de referencia dedicados a la cesación tabáquica, rehabilitación de los fumadores y capacitación del tratamiento.

Por todo esto, los cardiólogos debemos adoptar, defender y estimular políticas sin humo para nuestros paciente no sólo para el trabajo y los lugares púbicos sino para los hogares y vehículos.

Bibliografía

1. Informe epidemiológico sobre el consumo tabaco (Secretaría de programación para la prevención de la drogadicción y lucha del narcotráfico – Presidencia de la Nación).

2. Zylbersztejn H, Cardone A, Vainstein N, Mulassi A, Calderon J,Blanco P y col. Tabaquismo en médicos de la Republica Argentina – Estudio Tamara. Rev Argent Cardiol 2007;75: 109-116.

3. Zylbersztejn H, Masson W, Lobo L, Manente D, García Aurelio M, Angel A y col. Tabaquismo en médicos de la Republica Argentina II – Estudio Tamara II ; Rev Argent Cardiol 2015;83: 222-231.

4. Rigotti NA, Clair C. Managing tobacco use. The neglected cardiovascular disease risk factor. Eur Heart J 2013; 34: 3259-3267.

5. Fernandez de Bobadilla J :Cardiologist and electronic cigarettes; Rev Esp Cardiol 2015; 68 :286-289.

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