Novedades del ACC23 – WCC

Estudio REVIVED-BCIS2: La viabilidad vuelve al escenario 

Dr Divaka Perera

Durante el segundo día del ACC23 en Nueva Orleans, se presentó el estudio REVIVED-BCIS2 que
intenta aportar nueva información para resolver si la revascularización percutánea es capaz de
mejorar la supervivencia y la función ventricular cuando se compara con tratamiento médico
óptimo (TMO).
Para ello, se incluyeron 700 pacientes con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI)
≤ 35%, con enfermedad coronaria extensa susceptibles de revascularización percutánea (ICP),
sobre los que se hubiese demostrado viabilidad por cualquier método: resonancia magnética.
ecodobutamina, SPECT o PET.. Los pacientes fueron aleatorizados 1:1 a TMO frente a TMO +
ICP. El objetivo primario fue combinado incluyendo muerte por cualquier causa u hospitalización
por insuficiencia cardiaca (IC) con un periodo mínimo de seguimiento de 24 meses.
Los autores observaron que el objetivo primario ocurrió en 129 pacientes (37,2%) en el grupo de
ICP y en 134 pacientes (38,0%) en el grupo de TMO (razón de riesgo 0,99; intervalo de confianza
del 95%: 0,78 a 1,27; p = 0,96). Tampoco observaron diferencias en la variación de la función
ventricular a los 6 meses (diferencia de medias, -1,6 puntos de porcentaje; intervalo de confianza
del 95%: −3,7 a 0,5) ni a los 12 meses (diferencia de medias, 0,9 porcentaje de puntos intervalo de
confianza del 95%: −1,7 a 3,4). Tras realizar una escala de calidad de vida se observó una mejoría
de la misma a los 6 y 12 meses en el grupo de ICP que se atenuaba a los 24 meses.
Al dividir el miocardio en potencialmente recuperable y no recuperable no se obtuvo una
correlación con el pronóstico y recuperación ventricular. (RR 0.99 IC 0.93-1.04). Pero al evaluar el
porcentaje de carga cicatrizal se logró una correlación con la mortalidad ((RR 1.18 IC 1.04-1.33).
Se observó una relación entre la recuperación funcional y el pronóstico: aquellos que mejoraron la
fracción de eyección >4.7% tuvieron un 38% menos de mortalidad (RR 0.62 IC 0.41-0.95). No hubo
correlación entre el pronóstico y la recuperación ventricular en relación al tratamiento asignado
TMO o ICP
Los autores concluyen que, en los pacientes con disfunción ventricular grave de etiología
isquémica, la revascularización percutánea no aporta beneficios en el pronóstico vital o la
hospitalización por IC cuando se compara con el TMO. La cantidad de segmentos disfuncionantes
viable no se asocia a mejor pronosticoo probabilidad de recuperación ventricular. La extensión de
la cicatriz predice pronostico y probabilidad de recuperación de la fracción de eyección.

Comentario Dr Jorge Lax

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