Apellidos indisolubles de la Cardiología: Cheyne y Stokes

John Cheyne nació en Escocia en 1777. Ya desde pequeño acompañaba a su padre, que era cirujano, en sus visitas a los hogares de sus pacientes, y se ocupaba de practicar sangrías y vendar sus heridas. Inició sus estudios médicos a los 15 años, y a los 18 se había recibido. Hizo sus primeras prácticas en el Regimiento Real de Artillería, y luego en el hospital de su ciudad natal, Leith. En 1809 abandonó Escocia y se estableció en Dublín, Irlanda. Allí ejerció la medicina en el hospital de Meath, fue profesor en el Colegio de Cirujanos y llegó a ser, en 1820, médico general de la Armada Irlandesa.

Entre 1808 y 1818 volcó muchas de sus observaciones a escritos médicos que le dieron fama: en 1808 un Ensayo sobre la hidrocefalia aguda, en 1809 La patología de las membranas de la laringe y los bronquios, en 1812 Casos de apoplejía y letargo, donde diferenció las hemorragias subaracnoideas de las intracerebrales. De hecho, se considera que fue el primero en describir en detalle la hemorragia subaracnoidea como entidad aislada.

Pero fue en 1818 cuando publicó en la revista del hospital de Dublin la descripción que lo inmortalizaría: Un caso de apoplejía en que la parte carnosa del corazón se convirtió en grasa. Se refería a un hombre de sesenta años, obeso, pletórico, de pecho circular, y sedentario. Había consultado a Cheyne por palpitaciones y un episodio sincopal (caída de una silla, pero no recordaba cómo). En el examen Cheyne lo encontró confuso, y con un pulso “extremadamente irregular y desigual”. Una sangría equivalente a medio litro de sangre mejoró el estado de conciencia pero no el ritmo cardíaco. Más tarde sufrió una hemiplejia con afasia. Escribía Cheyne: “La única peculiaridad en el último período de su enfermedad que duró ocho a nueve días, residió en el estado de su respiración, que fue irregular durante varios días, cesaba enteramente un cuarto de minuto, después se hacía perceptible, aunque poco manifiesta, y gradualmente más profunda y rápida, luego cesaba de nuevo paulatinamente”. Esta es la primera descripción en la literatura de la respiración periódica. Cheyne realizó la autopsia y encontró un corazón muy agrandado, con la parte inferior de la pared ventricular derecha y casi la totalidad de la izquierda convertida en una especie de sustancia grasa.

Vivió sus últimos años aquejado por un cuadro depresivo y cataratas que menguaron su visión. En 1831 dejó Dublín y se instaló con su hijo en Inglaterra, donde falleció en 1836. El monumento de su tumba destaca en la Iglesia de St Laud, en Sherington.

William Stokes nació en Dublín 5 años antes de la llegada de Cheyne, en 1804. Su padre, Whitley Stokes, era médico regio del hospital de Meath (en el que, como vimos, se desempeñaba Cheyne), y seguidor de la secta de Joseph Walker. Para evitar la formación anglicana que juzgaba inconveniente, Whitley negó a su hijo la concurrencia a la escuela, y se ocupó de que se formara en el hogar con diversos maestros, entre ellos el mismísimo fundador de la secta. Lo envió luego al Real Colegio de Cirujanos (donde Whitley había sucedido a Cheyne como profesor de medicina cuando este último pasó a su vez a ser médico de la Armada) y luego a las Universidades de Glasgow y Edimburgo, donde se graduó de médico a los 21 años. En ese mismo año Stokes escribió Una introducción al uso del estetoscopio. Como ya señalamos en otra nota, en las islas británicas la invención de Laënnec no fue bien recibida, de manera que Stokes debió enfrentar resistencia desde bien joven.

Vuelto a Irlanda, William reemplazó a su padre en el cargo hospitalario en Meath, y allí, junto con su amigo Robert Graves (sí, el mismo que describió el bocio exoftálmico) desarrolló lo que se transformó en el paradigma de la escuela irlandesa de medicina. Los estudiantes no asistían a la revisación del paciente por parte del profesor, sin poder intervenir y a veces sin poder siquiera verlo (tal como se hacía en Escocia), sino que por el contrario se mostraban activos, preguntaban, revisaban y hasta tomaban decisiones bajo la tutela del docente. Enfrentó la epidemia de tifus de 1826, enfermedad a la que casi sucumbió en 1827. Su fama fue creciendo, y se asentó con la publicación en 1837 del Tratado de diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del tórax, al que siguieron trabajos más específicos con descripciones precisas de casos de pericarditis, arritmias y… de la respiración periódica descrita 20 años antes por Cheyne. En poco tiempo el cuadro se conoció como respiración de Cheyne Stokes.

Miembro honorario de numerosas Universidades británicas y de otros países de Europa, primer médico en ser elegido presidente de la Real Academia de Irlanda, profesor regio en el Trinity College de Dublín, cargo en el que sucedió a su padre, publicó en 1854 Enfermedades del corazón y la aorta, y en sus últimos años centró su atención en el tema de la pobreza y el hambre que asolaban su tierra natal. Insistió premonitoriamente en que la Salud Pública debía ser una especialidad. Murió en 1878, tras haber sufrido un accidente cerebrovascular.

Y es sin duda llamativo que, pese a ser contemporáneos y haber desarrollado su tarea en el mismo ámbito, con escasos años de diferencia, ninguna de las fuentes consultadas registre al menos un encuentro entre John Cheyne y William Stokes, los dos padres de la medicina irlandesa.

Apellidos indisolubles de la Cardiología: Cheyne y Stokes

Dr. Jorge Thierer

Fuentes consultadas

http://www.whonamedit.com/doctor.cfm/1127.html

J L Fresquet en http://www.historiadelamedicina.org/cheyne.html

www.libraryireland.com/biography/DrWilliamStokes.php

https://rcpi-live-cdn.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/2017/05/William-Stokes-Guidelines-2017.pdf

http://www.whonamedit.com/doctor.cfm/1128.html

 

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