Una nueva clasificación de los síndromes cardio-oncológicos

de Boer RA, Aboumsallem JP, Bracun V, Leedy D, Cheng R, Patel S, et al. A new classification of cardio-oncology syndromes. Cardio-Oncology [Internet]. 2021;7(1):24. https://doi.org/10.1186/s40959-021-00110-1

En este artículo publicado en Cardio-Oncology el 21 de junio de este año, de Boer y colaboradores presentan un sistema de clasificación de los síndromes cardio-oncológicos (SCO) según la relación directa o indirecta entre el cáncer y la enfermedad cardiovascular (ECV). Los autores describen 5 tipos de SCO:

Tipo I: comprende los mecanismos por los cuales la aparición brusca o la progresión del cáncer pueden alterar la función cardiovascular. Como ejemplos mencionan el mayor riesgo de fenómenos tromboembólicos arteriales y venosos por liberación de citoquinas inflamatorias y factores procoagulantes en los pacientes con cáncer, la presencia de caquexia cardíaca asociada al cáncer y el síndrome de lisis tumoral de aparición espontánea o como respuesta al tratamiento, con liberación de ácido úrico, fosfatos y potasio e hipocalcemia que pueden provocar insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca y arritmias.

Tipo II: es el clásico ejemplo de la toxicidad cardiovascular asociada al tratamiento del cáncer que se observa con antraciclinas, trastuzumab, inhibidores de la tirosina quinasa, terapia con linfocito T con receptor quimérico para el antígeno (T-CAR) y radioterapia, entre otros.

Tipo III: se ha encontrado mayor incidencia de cáncer al año de un infarto de miocardio y de cáncer de colon en pacientes hipertensos. La fibrosis y el remodelado miocárdico pueden favorecer un entorno prooncogénico por la inflamación sistémica e hipercoagulabilidad. La disfunción cardíaca libera cardioquinas, aumenta el estrés oxidativo y produce hipoperfusión de varios órganos con liberación de factores prooncogénicos que estimulan la angiogénesis y el crecimiento tumoral.

Tipo IV: algunos tratamientos de las ECV o los procedimientos para su diagnóstico pueden desencadenar cáncer o desenmascarar un cáncer oculto. Por ejemplo, las radiaciones ionizantes involucradas en la tomografía computarizada como método diagnóstico pueden causar cáncer. En pacientes anticoagulados por fibrilación auricular que presentan hemorragia digestiva se puede llegar indirectamente al diagnóstico de un cáncer gastrointestinal que no había producido síntomas hasta entonces.

Tipo V: comprende a los factores sistémicos y genéticos comunes al cáncer y a las ECV. Se mencionan los tumores cardíacos que pueden producir obstrucción valvular y ocasionar efectos hemodinámicos, los factores de riesgo (FR) como tabaquismo, hipertensión, sedentarismo, obesidad y diabetes, y mutaciones genéticas que se asocian con miocardiopatías y algunos cánceres.

Comentario:

Los avances en las terapias contra el cáncer han aumentado la supervivencia. Entre los sobrevivientes, la ECV es la principal causa de mortalidad no relacionada con el cáncer. Ambas enfermedades comparten FR y patogénesis. Esta clasificación basada en la cardio-oncología de precisión puede mejorar la atención de los pacientes con cáncer sin ECV previa (SCO tipo I) como de aquellos con ECV como primera manifestación (SCO tipo III). Es fundamental insistir sobre la importancia de una alimentación saludable, ejercicio y actividad física para prevenir y tratar los FR comunes a ambas enfermedades y así impedir o enlentecer su desarrollo (SCO tipo V), evitar el uso de procedimientos emisores de radiaciones ionizantes para el diagnóstico de ECV en los pacientes con cáncer (SCO tipo IV) y prevenir o minimizar los efectos tóxicos cardiovasculares de las terapias del cáncer (SCO tipo II) (Figura).

Figura. Descripción teórica de la utilidad de esta clasificación en la práctica clínica

Comentario Dra. Rita Tepper

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