Greater Neurobiological Resilience to Chronic Socioeconomic or Environmental Stressors Associates With Lower Risk for Cardiovascular Disease Events.
Tawseef Dar, MD;Michael T. Osborne, MD;Shady Abohashem, MD;Taimur Abbasi, MD;Karmel W. Choi, PhD;Ahmed Ghoneem, MD;Nicki Naddaf, BA;Jordan W. Smoller, MD;Roger K. Pitman, MD;John W. Denninger,MD,PhD;Lisa M. Shin,PhD;Gregory Fricchione, MD;Ahmed Tawakol , MD.
Circ Cardiovasc Imaging. 2020;13:e010337. DOI: 10.1161/CIRCIMAGING.119.010337
INTRODUCCIÓN : La exposición crónica a factores estresantes socioeconómicos o ambientales se asocia con una mayor actividad neurobiológica relacionada con el estrés (es decir, una mayor actividad amigdalar [AmygA]) y un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE). Sin embargo, entre las personas expuestas a tales factores estresantes, se desconoce si la resiliencia neurobiológica (NBR, definida como menor actividad amigdalar [AmygA], a pesar de la exposición al estrés) reduce el riesgo de MACE. En este trabajo se planteó probar la hipótesis de que NBR protege contra MACE, mediante la disminución de la actividad de la médula ósea (actividad hematopoyética )y de la inflamación arterial. La amígdala es un centro neural críticamente involucrado en la respuesta al estrés,y su actividad metabólica puede medirse mediante PET/CT,usando 18F-fluorodesoxiglucosa (18F-FDG-PET/CT) que arroja una señal ,interpretada como resultado neurobiológico que predice de forma independiente eventos posteriores de ECV,según publicaciones previas .
En este trabajo se estudiaron 254 individuos de mediana de edad: 46 -67 años ,quienes se sometieron a PET/CT con 18F-fluorodesoxiglucosa;y se cuantificaron :la actividad amigdalar [AmygA], la actividad de la médula ósea y la inflamación arterial. Por otro lado de midieron los factores estresantes socioeconómicos y ambientales crónicos que se sabe que se asocian con incremento de la [AmygA] y MACE (es decir, la exposición al ruido del transporte, el ingreso familiar promedio del vecindario y la tasa de criminalidad). La exposición elevada al estrés se definió como la exposición, al menos,a un factor estresante crónico . Se adjudicó MACE dentro de los 5 años posteriores a la obtención de imágenes. Las relaciones se evaluaron mediante regresión lineal y de Cox, supervivencia de Kaplan-Meier y análisis de mediación.
RESULTADOS: De 254 individuos estudiados (mediana de edad [rango intercuartílico]: 57 años , 36,7% hombres), 166 estaban expuestos al menos a un estresor crónico. Entre las personas expuestas al estrés, 12 experimentaron MACE durante una mediana de seguimiento de 3,75 años. En este grupo, una mayor [ AmygA] (es decir, menor resiliencia) se asoció con una mayor actividad de la médula ósea ( estandarizada [IC 95 %]: 0,192 [0,030–0,353], P=0,020), inflamación arterial (0,203 [0,055–0,351], P =0,007) y riesgo de MACE (cociente de riesgo estandarizado [IC 95 %]: 1,927 [1,370–2,711], P=0,001). El efecto de NBR sobre el riesgo de MACE estuvo significativamente mediado por una menor inflamación arterial (P<0,05). (figura 1)
CONCLUSIONES: Entre las personas que están crónicamente expuestas a factores estresantes socioeconómicos o ambientales, NBR (AmygA <1 SD por encima de la media) se asocia con una reducción de >50% en el riesgo de MACE, probablemente a través de una reducción de la inflamación arterial .Estos datos plantean la posibilidad de que mejorar la NBR pueda disminuir la carga de la enfermedad cardiovascular.(figura 2)
Sin duda una de la limitaciones del estudio está vinculado al modesto tamaño de la muestra ,el pequeño número de eventos y la falta de marcadores inflamatorios. Tampoco se usaron neuroimágenes por resonancia magnética para identificar estructuras subcorticales o realizar la corrección del volumen parcial.
En esta linea de investigación ,me resta aportar que el esclarecimiento de esta vía neurobiológica proporciona una mejor comprensión de la fisiopatología subyacente y sugiere oportunidades para desarrollar nuevas estrategias y terapias preventivas.Por otro lado existe evidencia bibiliográfica sobre prácticas tales como el yoga, mindfulness y otras del tipo contemplativas que reducen la actividad de la amigdala.Esto apoya y valida la indicación de las mismas en la prevención ECV.

Supervivencia libre de MACE de Kaplan-Meier para la actividad amígdala (AmygA) (>/= 1DE por encima de la media frente a < 1 DE por encima de la media )en pacientes expuestos al menos a un factor de estrés (IC del 95%):7.359 (2.163-25.038); P=0,001*.
*ajustado por factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.

Bibliografia anexa
- Tawakol A, Ishai A, Takx RA, Figueroa AL, Ali A, Kaiser Y, Truong QA, Solomon CJ, Calcagno C, Mani V, Tang CY, Mulder WJ, Murrough JW, Hoffmann U, Nahrendorf M, Shin LM, Fayad ZA, Pitman RK. Relation between resting amygdalar activity and cardiovascular events: a longitudinal and cohort study. Lancet 2017; 389: 834–845.
- Dar T, Radfar A, Abohashem S, Pitman RK, Tawakol A, Osborne MT. Psychosocial stress and cardiovascular disease. Curr Treat Options Cardiovasc Med 2019; 21: 23
- Rinske A. Gotink,Meike W. Vernooij,M. Arfan Ikram,Wiro J. Niessen,Gabriel P. Krestin,Albert Hofman,Henning Tiemeier,M. G. Myriam Hunink. Meditation and yoga practice are associated with smaller right amygdala volume: the Rotterdam study. Brain Imaging and Behavior (2018) 12:1631–1639 . https://doi.org/10.1007/s11682-018-9826-z