Yun, J.P. et al. J Am Coll Cardiol CardioOnc. 2021;3(2):221–32.
El envejecimiento poblacional acompañado de una mejor supervivencia de los pacientes oncológicos debido a los avances en los tratamientos antineoplásicos, ha resultado en un incremento de la incidencia de la fibrilación auricular (FA) en dicha población. Estudios previos demostraron que los pacientes con cáncer presentan un 47% más de riesgo de desarrollo de FA y que su presencia se traduce en un doble de riesgo para presentar tromboembolismo pulmonar y 6 veces más riesgo para insuficiencia cardíaca. Por ello la necesidad de un mayor conocimiento en la interacción entre ambas patologías conduciría a beneficios en lo referido a la prevención de episodios arrítmicos y a posibles consecuencias embólicas.
Basados en dichos hallazgos,Yun y colaboradores realizaron un estudio observacional de una base de datos del Servicio Nacional de Seguros de Salud de Corea cuyo objetivo fue evaluar el riesgo de aparición de FA según el tipo de cáncer. Fueron incluidos pacientes con diagnóstico reciente de cáncer, durante un período comprendido entre Enero 2009 a 31 de diciembre 2016 y excluídos todo aquel que no presentaba información clínica 2 años previos al diagnóstico.
Para disminuir el sesgo del diagnóstico de FA (principalmente durante el postoperatorio donde la incidencia habitualmente es mayor) se definió como primer episodio de FA aquel ocurrido al egreso hospitalario o confirmado en 2 o más oportunidades durante la evaluación ambulatoria. Así también, para la evaluación de los efectos a largo plazo del cáncer, se estableció durante el período del estudio, 3 puntos de corte: 90 días, al año y a los 5 años del diagnóstico de cáncer.
Se analizaron 816811 pacientes con 19 diferentes tipos de cáncer ( sólidos como hematológicos) los cuales fueron comparados con el grupo control (1,633,633 pacientes)de la misma edad y sexo (1:2), durante una mediana de seguimiento de 4.5 años. La edad media fue de 57.5 ± 12.5 años, 46.9 % eran hombres, casi 40% tenían hipertensión, 27% dislipemia y un poco más del 15% Diabetes Mellitus. Los tumores sólidos más frecuentes en orden decreciente fueron el cáncer de tiroides, colorrectal, gástrico, mama y pulmonar mientras que en los hematológicos fue el linfoma.
La incidencia de FA fue mayor en el grupo oncológico con respecto al grupo control (3.1% vs 1, 9%) demostrando una incidencia de 6.6 por 1000 persona-años vs 3.6 por 1000 persona-años respectivamente.
Durante todo el periodo del análisis se evidenció que el tiempo desde el diagnóstico de cáncer y la incidencia de FA fue más corto para los pacientes oncológicos (1.7 años vs 3.2 años), que el riesgo fue mayor en la población de estudio durante todo el período y que su distribución fue decreciente con el transcurso del tiempo: a 90 días un 56 % más de riesgo (Hazard Ratio:1.56; intervalo de confianza del 95%: 1.54 -1.59), 44% más al año (Hazard Ratio:1.44; intervalo de confianza del 95%: 1.42 -1.47) y 8% a los 5 años ( Hazard Ratio: 1.08; intervalo de confianza del 95 %: 1.03 -1.12).
En el análisis de regresión logística, los pacientes oncológicos tuvieron 1.6 veces más de riesgo de FA que la población general (Hazard Ratio : 1.64; intervalo de confianza de 95%: 1.61-1.66), incluso después de realizar el ajuste con los factores de riesgo conocidos para FA (Hazard Ratio:1.63; intervalo de confianza 95%: 1.61-1.66). Así se reafirmó que el cáncer es un factor independiente en la incidencia de FA pero además se confirmó que la diferencia en su incidencia depende del tipo de cáncer. Encabezando la lista las patologías onco hematológicas: el mieloma múltiple (Hazard Ratio: 3.34 ; intervalo de confianza de 95%: 2.98-3.75) y leucemias (Hazard Ratio 2.64, intervalo de confianza de 95%: 2.38-2.92) seguido por el cáncer de esófago (Hazard Ratio: 2.69 ; intervalo de confianza de 95%: 2.45-2.95), cáncer de pulmón (Hazard Ratio: 2.39 ; intervalo de confianza de 95%: 2.30-2.48).y menor medida gástrico (Hazard Ratio 1.27, intervalo de confianza de 95%:1.23-1.32).
Cabe destacar la diferencia con respecto a la edad, donde se incrementó la incidencia en personas mayores de 35 años en todos los tumores oncohematológicos pero no así en los sólidos ( siendo superior en mayores de 50 años para el cáncer de pulmón y menores de 50 años para el cáncer hepático).
A pesar de las limitaciones de ser un estudio observacional y de una cohorte seleccionada, los resultados hallados reafirman y evidencian datos: mayor incidencia de FA en la población oncológica, diferencia en la incidencia según los distintos tipos de cáncer (siendo mayor en las patología oncohematológicas vs sólidas) y su asociación con los factores de riesgo común para ambas patologías.

Comentario Dra. Maria Jimena Gambarte