Evangelista A. et Al. European Heart Journal – Cardiovascular Imaging (2023) 00, 1–21 https://doi.org/10.1093/ehjci/jead024
Comentario Dra. Pamela Bobadilla Jacob
Las técnicas de imágenes juegan un papel fundamental en el diagnóstico,el seguimiento y el manejo de la enfermedad aórtica.
El ecocardiograma trastoràcico (ETT) es el estudio de rutina que permite evaluar la raíz de aorta y la aorta ascendente con las diferentes vistas.
La tomografía computada (TC) aporta valiosa información de la luz y de la pared de la aorta toracoabdominal. La fase sin contraste permite evaluar la calcificación aórtica, hematoma intramural, material quirúrgico; la fase arterial describe la luz y la fase tardía pondrá en manifiesto casos de disección aórtica o leaks.
Oir su parte, la resonancia Nuclear Magnética (RNM) ofrece información morfológica, funcional y caracterización tisular sin irradiación. La tomografía de emisión de positrones (TEP) permite diagnosticar enfermedades inflamatorias o infecciosas de la aorta.
¿Cómo medimos la Aorta con los diferentes métodos?
La raíz aórtica se mide con el ETT con el método borde superior-borde superior en telediástole, mientras que en la TC/RNM con el método borde interno- borde interno usando planos transversales con doble oblicuidad.
Dada la asimetría de la raíz aórtica, el verdadero eje central puede ser difícil de medir especialmente en los casos de válvula bicúspide y aquellos con dilatación localizada del seno no coronariano, por lo que es recomendable realizar una TC/RNM basal y siempre antes de tomar una decisión pre intervención.
¿Hasta cuándo es normal?
Los factores que influyen en el tamaño de la aorta son: edad, género, etnia, área de superficie corporal (IMC) y peso.
En adultos se toma el diámetro de la raíz como dilatación: en mujeres >34 mm, en hombres >40 mm, >22 mm/m2 indexada diámetro/IMC; A su vez se define como aneurisma > 45 mm o > 50% del valor normal.
La relación entre el diámetro de la aorta y el riesgo de disección y ruptura se encuentra bien establecido con el umbral más bajo en los pacientes con enfermedades genéticas. La imagen ideal para el seguimiento de estos pacientes debería de ser reproducible, precisa y accesible para ser repetida a lo largo del tiempo.
A aquellos pacientes en que con el ETT se diagnostica dilatación de la aorta, se debería realizar TC/RNM para confirmarlo. Cualquier incremento >3 mm en el ETT debe ser validado por TC/RNM ya que constituye un factor de riesgo importante. La principal causa de discrepancias entre mediciones suele ser variabilidad en la técnica de medición y es lo primero que se debe corroborar si se disponen estudios previos.
Aneurisma de Aorta Ascendente (AAS)
El ETT es el estudio de cabecera en los pacientes con dolor torácico en la sala de emergencias y permite descartar diagnósticos diferenciales y detectar un flap en caso de disección. El ecocardiograma transesofágico (ETE) es la técnica de referencia en diagnóstico y manejo en AAS pero requiere de sedación y estabilidad hemodinámica por lo que se utiliza en el pre e intraoperatorio. Por su parte, la TC es la imagen de elección para el diagnóstico complementando al ETT para evaluar las complicaciones asociadas y planear el tratamiento, así como para el seguimiento. Mientras que la TC y la RNM son las modalidades recomendadas para los controles.
Conclusiones
Actualmente contamos con múltiples modalidades de imágenes con sus fortalezas y debilidades que permiten el diagnóstico, manejo y seguimiento de las enfermedades de la aorta. Sin olvidar que los estudios son complementarios a la clínica y ayudan a responder siempre una pregunta índice. Es preciso conocer que modalidad de imagen utilizar en cada escenario para poder llegar al diagnóstico y tratamiento de los pacientes de acuerdo a la disponibilidad.
