La Telemedicina vino para quedarse

  • Desde consultas virtuales, monitoreo de pacientes a distancia, interconsultas entre profesionales de distintos puntos del país e inclusive del exterior, hasta el uso de inteligencia artificial. Estos son sólo algunos de los tópicos que los avances de la tecnología de la información y la comunicación imponen a las sociedades médicas.

La Medicina no está al margen del advenimiento de la tecnología digital, y el contexto de pandemia lo reafirmó. Por eso, desde la Sociedad Argentina de Cardiología tomaron la iniciativa de crear el Consejo de Salud Digital, con el objetivo de promover y optimizar el uso de todas estas herramientas.

En 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó sus recomendaciones para optimizar la salud de la población mediante el uso de las tecnologías digitales. Según afirmó en esa oportunidad Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, “es fundamental aprovechar el potencial de las tecnologías digitales para alcanzar la cobertura sanitaria universal. Al fin y al cabo, estas tecnologías no son un fin en sí mismas, sino herramientas esenciales para promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables”.

Apenas un año después, llegó la pandemia por Covid-19 y la vida cambió radicalmente. La cuarentena y el aislamiento preventivos, sumados a los temores lógicos de las personas al contagio, repercutieron en la prevención, la atención y el control de todas aquellas enfermedades crónicas, más allá del coronavirus.

Aunque las herramientas de la información y la comunicación eran conocidas, se hicieron más presentes que nunca en la vida cotidiana: teletrabajo, estudio mediante aulas virtuales y también las teleconsultas. Sin duda, este contexto se transformó en bisagra para la atención médica y todo indicaría que en materia tecnológica ya no hay vuelta atrás.

“Esta revolución digital, que está cambiando los diferentes sectores de la sociedad, también está ocurriendo en Medicina; el proceso de transformación tecnológica cambió la forma en que nos relacionamos con los pacientes y cómo estos pacientes son atendidos”, afirma el Dr. Sebastián S. Benítez, director del flamante Consejo de Salud Digital de la Sociedad Argentina de Cardiología.

El uso de las tecnologías no se agota en la teleconsulta, sino que resulta útil para el monitoreo de los pacientes. La Salud Digital es un acto médico pleno e idóneo, en determinadas circunstancias, debe ser complementario y un ámbito más donde los médicos desarrollan la profesión; también permite hacer interconsultas con otros colegas dentro del país, sobre todo desde aquellos lugares donde no hay expertos en determinadas materias e inclusive intercambiar saberes y opiniones con profesionales de otros países.

“Hoy, los pacientes -a través de sus relojes- pueden monitorear si su frecuencia cardíaca es regular o irregular, pero también esto puede ser transmitido directamente hacia los profesionales; ese telemonitoreo ya está presente y va cobrando cada vez más fuerza. Recordemos que, en los primeros tiempos, cuando se auscultaba a un paciente, se apoyaba el oído contra su espalda; luego, comenzaron a utilizarse instrumentos de madera, apareció el estetoscopio, después estetoscopios electrónicos que podían grabar lo que escuchábamos y hoy en día contamos con ecógrafos de mano que nos permiten ver el funcionamiento de las válvulas cardíacas y el corazón en el consultorio desde el celular, todas herramientas que fueron ayudando cada vez más a la práctica profesional. La Telemedicina vino para quedarse, la sociedad la adoptó y, una vez que la sociedad se empodera de algo, es imposible volver hacia atrás”, subrayó el Dr. Benítez.

Según refiere el especialista, durante la crisis del Covid-19, sin dudas, se derribaron barreras y temores presentes en la comunidad médica en general, resquemores respecto de si la teleconsulta era un acto médico pleno e idóneo o si se podía llevar adelante también la formación de profesionales por la vía virtual. “La pandemia derribó de pleno todos esos interrogantes y quedó claramente demostrada la utilidad de la tecnología, porque su uso se impuso dada la necesidad que había de conexión entre pacientes y médicos y también entre colegas,”, afirma.

Por supuesto que la teleconsulta tampoco sustituye la consulta presencial, sino que es una herramienta complementaria, para usar en determinadas circunstancias y que no puede prescindir del acuerdo y del contacto personal entre médico y paciente.

El nuevo Consejo de Salud Digital de la SAC tiene como objetivo generar actividades que promuevan esta transformación tecnológica de manera responsable y basada en la mejor evidencia científica; y también para ser receptores de cualquier inquietud y disenso que surja.

“Queremos que se haga el mejor uso posible de estas herramientas. En un futuro próximo, vamos a realizar tres ateneos para tratar temas inherentes a la Salud Digital, abarcando la teleconsulta, el telemonitoreo, la inteligencia artificial aplicada a la Cardiología y con el objetivo de máxima que es un Simposio, sobre finales del año, que denominamos Digital Weekend”, concluyó el Dr. Benítez.

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