La calidad del sueño y su impacto cardiovascular. Comentario de artículo

Comentario del Consejo de Aspectos Psicosociales sobre el artículo: “Life’s Essential 8: Updating and Enhancing the American Heart Association’s Construct of Cardiovascular Health: A Presidential Advisory From the American Heart Association”.

Circulation. 2022;146:00–00. DOI: 10.1161/CIR.0000000000001078

En 2010 la Sociedad Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) propuso un cambio de paradigma enfocado en la promoción de una salud positiva a lo largo de la vida. Allí nació el “Life’s Simple 7”, una medida de la salud cardiovascular basada en 7 factores de riesgo cardiovascular (tabaquismo, dieta, actividad física, índice de masa corporal (IMC), presión arterial, colesterol total y glucemia en ayunas).

Conforme al masivo empeoramiento de la salud mental después de la pandemia por COVID-19 (Argentina alcanzó una prevalencia de 36.4% en depresión y ansiedad [1]), y a la creciente evidencia de como esto impacta en la salud CV, se hizo necesaria una actualización de los parámetros de riesgo cardiovascular. Así las cosas, la AHA publicó “Life’s Essential 8” (los ocho esenciales de la vida, LE8) (2). Este documento de actualización señaló un factor que, desde el Consejo de Aspectos Psicosociales, consideradamos desde hace tiempo y presentamos en el 41º Congreso SAC (2021): “la calidad del sueño”. En 2015 la Academia Americana de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño (Watson N, et al.) (3), expresaron que el sueño de apropiada duración para adultos es de entre 7 – 9 horas; que el 35% de la población general duerme ≤6hs por noche y que el sueño breve se asocia a un aumento de la morbimortalidad debido principalmente a enfermedades cardiovasculares (enfermedad coronaria, arritmias e hipertensión). JACC 2019 publicó un artículo que relacionaba el sueño de corta duración (<6h) y el sueño fragmentad con ateromatosis subclínica en múltiples territorios (4). Es decir, los trastornos de sueño y/o el sueño de mala calidad se asocian a riesgo CV.

Asimismo, LE8 señala interesantemente a los factores psicosociales como factores relevantes en la salud CV, afirmando que los determinantes sociales de la salud y la salud psicológica se reconocen como factores cruciales para optimizar y preservar la salud CV. Es curioso mencionar que no existe ni en la AHA ni en la Sociedad Europea del Cardiología (European Society of Cardiology – ESC) una unidad estructurada para el abordaje de los factores psicosociales de la manera en la que existe en la SAC. Sin embargo, la AHA ha reconocido la importancia de los factores psicosociales y el bienestar psicoemocional como parte integrante de la salud CV. Tal es así que en su sitio web dispone de una sección de información para pacientes, destinada al estilo de vida saludable (salud mental y bienestar emocional, sueño, gestión del estrés, hábitos, gratitud, meditación, etc).

En otro orden de cosas, se propone una revisión del score de valoración para salud cardiovascular. Esta puntuación se realiza evaluando las 8 dimensiones de riesgo CV. Cada métrica se puntúa de 0 a 100 (valores máximos expresan mejor salud CV).

La relevancia de esta puntuación se refleja en un metanálisis de 9 estudios de cohortes prospectivos, donde tener el número más alto de métricas ideales de salud CV se asoció con un RR de 0.2 para ECV (IC 95%, 0.11-0.37), 0.31 para accidente cerebrovascular (IC 95%, 0.25-0.38) y de 0.25 para mortalidad CV (IC 95%, 0.10-0.63).  Es decir, tener mayor número de factores de riesgo (FR) CV controlados se asoció a menor morbimortalidad CV.

Determinantes de la salud CV

El componente hereditario en la salud CV es bajo. Esto indica que los factores conductuales y ambientales son cruciales para determinar la salud CV. De hecho, la búsqueda de estilos de vida saludables desde edades tempranas es una estrategia exitosa para mantener una buena salud CV en edades adultas. Sin embargo, la posibilidad de elegir estilos de vida saludables a lo largo de la vida está fuertemente influenciado por factores psicológicos y socioestructurales. Durante la última década, se han producido hallazgos clave que nos han permitido entender la importancia del bienestar psicológico y de los determinantes sociales de la salud para mantener o mejorar la salud CV.

Ciertas características asociadas a una salud psicológica positiva, como el optimismo, el propósito en la vida y el afrontamiento resiliente, entre otros, se asocian con salud CV favorable. Por el contrario, un mayor estrés psicosocial y depresión se asocian con peor salud CV. Asimismo, los determinantes sociales de la salud proporcionan el contexto diario de los pacientes y determinan el potencial para el éxito o el fracaso de las intervenciones destinadas a mejorar la salud CV. De esta manera, el grupo de redacción de este documento consideró que el contexto de salud, el bienestar psicológico y los determinantes sociales de la salud deben considerarse como factores cruciales para mejorar la salud CV.

Salud y bienestar psicológico

En 2021 AHA publicó una declaración científica que relacionaba determinados factores psicológicos positivos (p. ej., optimismo, sentido de propósito, felicidad) y negativos (p. ej., estrés, depresión, ansiedad) a salud y riesgo de ECV (5) respectivamente.

Los mecanismos posibles que explican como el bienestar psicológico puede influir en la salud cardiovascular incluyen vías fisiológicas relacionadas con el estrés crónico (como la respuesta inflamatoria, la homeostasis de la glucosa, los lípidos y la coagulación); el efecto de ciertos comportamientos y conductas que influyen en la salud CV; y los cambios en los factores de resiliencia psicosocial que promueven la salud. Sobre la base de la evidencia revisada, el grupo de redacción consideró que la salud y el bienestar psicológicos forman un contexto crítico e interactúan bidireccionalmente con el potencial para mejorar la salud CV. La salud psicológica es multidimensional y, en este momento, no está claro cómo combinar mejor las medidas de salud psicológica o qué indicador/es son los más importantes para influir en la salud CV. A pesar de ello, el grupo de redacción eligió reconocer la importancia crítica de la salud y el bienestar psicológicos y alentar encarecidamente más evaluaciones e intervenciones de rutina en el dominio clínico, a pesar de no incluirlas como métricas formales de salud CV.

Determintantes sociales de la salud

Se definen como las condiciones y determinantes estructurales en los que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, que afectan la salud y la calidad de vida. Se señalan 5 dominios clave: 1) estabilidad económica; 2) vecindario y entorno construido; 3) nivel educativo; 4) contexto social y comunitario; y 5) acceso a la salud y atención médica. Estos determinantes pueden afectar directamente la capacidad de un individuo para optimizar su salud CV, ya que afectan la disponibilidad de alimentos saludables, la capacidad de pagar por ellos, el entorno de seguridad a la hora de realizar actividad física, la alfabetización en salud, las estructuras y redes de apoyo social, el acceso a la atención médica y la capacidad de pago por servicios.

La salud del sueño

El sueño es un componente fundamental de la biología humana y un requisito para la vida. Numerosos estudios epidemiológicos han identificado al sueño fragmentado y de duración inapropiada (más corto o más largo de lo ideal) como un factor de riesgo que se asocia con el aumento de la morbilidad y la mortalidad, principalmente por trastornos cardiovasculares (6). Por este motivo el sueño de calidad ha sido agregado como el componente número 8 en este documento de recomendación para mantener la salud CV.

Además, frente a los trastornos de somnia se experimentan consecuencias psíquicas y conductuales como cambios en el estado de ánimo, irritabilidad, falta de atención y déficit en la planificación de las tareas cotidianas, entre otras. Cuando la pérdida de sueño es crónica, por varias semanas o meses, se producen estímulos del sistema nervioso autónomo que aumentan la producción de cortisol y epinefrina, favoreciendo la aparición de hipertensión arterial, diabetes y sobrepeso, lo que aumenta el riesgo cardiovascular. Los mecanismos biológicos propuestos incluyen la afectación del sistema nervioso autónomo, la función endotelial, la regulación metabólica, la inflamación y alteraciones en el sistema de coagulación (7). Las revisiones sistemáticas y los metanálisis de estudios prospectivos han encontrado consistentemente que tanto las duraciones de sueño más cortas como las más largas se asocian con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 (DT2). Los patrones de sueño corto y fragmentado se asocian de manera independiente a un aumento de la carga de placa aterosclerótica en los individuos de mediana edad en múltiples territorios (4).

Conclusión

Desde el consejo de Aspectos Psicosociales de la SAC celebramos la incorporación de la Higiene del Sueño a las recomendaciones actuales de la AHA. Asimismo queremos resaltar que la mala salud del sueño está asociada con una pobre salud psicológica y con un detrimento de los determinantes socioeconómicos (la pobreza, el racismo, la geografía, la educación, el acceso a la salud) que contribuyen al impacto cardiovascular, siendo muchos de ellos MODIFICABLES. Ciertamente, hoy disponemos de evidencia que los estímulos estresantes (estrés agudo –crónico, el complejo ira hostilidad, la depresión, el agotamiento vital, la ansiedad, etc.) están asociados a mayor riesgo de enfermar física y mentalmente. Cualquier condición que reduzca el tiempo de sueño o que fraccione y altere el ritmo biológico natural, aumenta el riesgo cardiovascular y el deterioro cognitivo. Por este motivo la salud del sueño requiere de  enfoques personalizados que consideren el contexto circundante.

Desde nuestro espacio académico buscamos que los factores de riesgo cardiovascular emergentes y poco reconocidos se investiguen, reconozcan, jerarquicen, diagnostiquen y se traten, ya que el abordaje de los mismos contribuye positivamente a la salud CV. Se torna fundamental gestionar las acciones pertinentes para transformar la salud cardiovascular con una medicina que contemple y aborde los aspectos psicosociales.

BIBLIOGRAFIA

1)Damian F Santomauro, Ana M Mantilla Herrera, Jamileh Shadid, Peng Zheng, Charlie Ashbaugh, David M Pigott, Cristiana Abbafati, Christopher Adolph, et col. Prevalencia mundial y carga de trastornos depresivos y de ansiedad en 204 países y territorios en 2020 debido a la pandemia de COVID-19 THE LANCET VOLUMEN 398, EDICIÓN 10312, P1700-1712, NOVIEMBRE 06, 2021.

2)Lloyd-Jones DM, Allen NB, Anderson CAM, Black T, Brewer LC, Foraker RE, et al. Life’s Essential 8: Updating and Enhancing the American Heart Association’s Construct of Cardiovascular Health: A Presidential Advisory From the American Heart Association. Circulation. 29 de junio de 2022;10.1161/CIR.0000000000001078.

3) Watson, N. et al. Cantidad recomendada de sueño para un adulto sano: una declaración de consenso conjunta de la Academia Americana de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño. J. Clin. Sleep Med. 11, 931–952 (2015).

4) Domínguez F, Fuster V, Fernández-Alvira JM, Fernández-Friera L, López-Melgar B, Blanco-Rojo R, et al. Association of Sleep Duration and Quality With Subclinical Atherosclerosis. Journal of the American College of Cardiology. enero de 2019;73(2):134-44.

5) Levine GN, Cohen BE, Commodore-Mensah Y, Fleury J, Huffman JC, Khalid U, et al. Psychological Health, Well-Being, and the Mind-Heart-Body Connection: A Scientific Statement From the American Heart Association. Circulation [Internet]. 9 de marzo de 2021 [citado 9 de julio de 2022];143(10). Disponible en: https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIR.0000000000000947

6)  Grandner, M. A., Patel, N. P., Gehrman, P. R., Perlis, M. L. & Pack, A. I. Problemas asociados con el sueño corto: cerrando la brecha entre los estudios de laboratorio y epidemiológicos. Rev. 14,239–247 (2010). 7) Tobaldini, E., Fiorelli, E.M., Solbiati, M. et al. Corta duración del sueño y riesgo cardiometabólico: desde la fisiopatología hasta la evidencia clínica. Nat Rev Cardiol 16, 213–224 (2010).

7) Tobaldini, E., Fiorelli, E.M., Solbiati, M. et al. Corta duración del sueño y riesgo cardiometabólico: desde la fisiopatología hasta la evidencia clínica. Nat Rev Cardiol 16, 213–224 (2019). https://doi.org/10.1038/s41569-018-0109-6.

Autores

Dra. Casandra Lilén Godoy Armando MTSAC

Directora del Consejo de Aspectos Psicosociales

Cardióloga Universitaria y Ecocardiografista UBA-SAC. Directora del Consejo de Apsectos Psicosociales en Cardiología. Especializada en psiconeuroinmunología. Coordinadora del grupo de trabajo de aspectos psicosociales de SAMEV (Sociedad Argentina de Medicina del Estilo de Vida). Miembro de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés. Integrante del Servicio de Cardiología del Hospital Privado Regional, Bariloche, Provincia de Rio Negro.

Dra. Alejandra Avalos Oddi

Secretaria Científica del Consejo de Aspectos Psicosociales

Especializada en neurociencias, neuropsiquiatria y neuropsicología. Diplomada en Psicoanálisis. Miembro del Area Corazon y Mujer SAC. Miembro SAMEV (Sociedad Argentina de Medicina del Estilo de vida). Miembro FCA. Desempeño laboral en Cardio-Villegas (Pcia Bs. As).

INSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

SAC Móvil

¡Descarga nuestra aplicación para navegar nuestro contenido de una manera más fácil y dinámica!