Cambios ventriculares en pacientes con infección aguda por COVID-19: Seguimiento del estudio de las Sociedades Mundiales de Ecocardiografía de la Alianza (WASE-COVID)

Ventricular Changes in Patients with Acute COVID-19 Infection: Follow-up of the World Alliance Societies of Echocardiography (WASE-COVID) Study

J Am Soc Echocardiogr . 2022 Mar;35(3):295-304.  doi: 10.1016/j.echo.2021.10.015. Epub 2021 Nov 6.


La infección por COVID-19 causa una amplia gama de secuelas clínicas crónicas tales como fatiga, debilidad muscular, insomnio, taquicardia sinusal, anorexia, depresión y tests con función pulmonar anormal, un fenómeno referido como síndrome “long COVID”,  pero poco  se sabe  sobre las complicaciones cardíacas a largo plazo.

La Alianza Mundial Internacional de  Sociedades de Ecocardiografía (WASE) identificó parámetros ecocardiográficos asociados con la mortalidad hospitalaria en pacientes con infección aguda por COVID-19 y destacó las principales manifestaciones cardiacas agudas.

El objetivo de este trabajo fue informar los hallazgos del seguimiento ecocardiográfico y describir los cambios en la función del ventrículo izquierdo (VI) y del ventrículo derecho (VD) que ocurren después de una infección aguda por COVID 19.

Métodos

Ilya Karagodin   y col. junto con el grupo WASE-COVID realizaron un estudio de cohorte multicentrico en 13 centros médicos de 4 regiones del mundo (Asia, Europa, USA, y Latinoamérica) en el cual se siguieron durante 9 meses posterior a la infección original durante la primera ola de la pandemia. Durante el periodo de 9 meses se enrolaron 870 pacientes; con una mortalidad intrahospitalaria del 27%; De los sobrevivientes, solo 153 tenían ecocardiogramas en el seguimiento.

Análisis de las imágenes

Es importante resaltar que los análisis del ventrículo izquierdo (VI) se realizaron a través de algoritmos de inteligencia artificial (IA) (EchoGo, Ultromics), que rastrearon automáticamente el endocardio y, usando el método de Simpson, calcularon la fracción de eyección del VI (FEVI) , volúmenes telesistólicos y telediastólicos (VFSVI, VFDVI) y deformación longitudinal (SLVI).

El Strain longitudinal del ventrículo izquierdo se calculó como el promedio de todos los segmentos disponibles de las vistas 4CH y de dos cámaras (2CH). SLVI normal se definió como <-18% y anormal como >-18%.

El análisis del ventrículo derecho (VD) se realizó con un paquete semiautomático específico para el ventrículo derecho (VD) e incluyó el Strain longitudinal global del VD (GLSVD), strain de la pared libre del VD (FWSVD), y diámetro basal del VD (BDVD).  FWSVD anormal se definió como > -20%.

Características de los pacientes

Dentro de las características poblacionales, la mayoría fueron blancos no hispanos en un 32 % (mayoritariamente asiáticos).  El 51.6 % de los pacientes enrolados presentaban alguna condición cardiaca: enfermedad coronaria el 9,8%,  falla cardiaca el 5.9 % y Stroke  el 3.9 %.  Entre los factores de riesgo mas importantes estaban la hipertensión en un 36.6 % y la diabetes en un 19.6 %, seguido de Epoc y  Enfermedad renal en 11% cada una.

En cuanto a los biomarcadores, la Proteína C reactiva  estaba anormalmente elevada en un 72.5% de los pacientes, y tenían Dimero D alto un 47.7 %. Las hospitalizaciones de los participantes del estudio fueron mayoritariamente en Terapia Intensiva en un 32%.

Resultados

Los pacientes se dividieron en 3 subgrupos:

El 14% tenía en el eco basal una respuesta hiperdinámica (FEY mayor al 70%), lo cual podría explicarse como un mecanismo fisiológico adaptativo en respuesta a la infección por COVID-19 o una respuesta de estrés agudo por enfermedad crítica o sepsis. Al seguimiento en este subgrupo de pacientes, los ecocardiogramas mostraron una disminución significativa en la FEVI hacia la normalización, que probablemente se puede explicar por la resolución de la infección aguda e inflamación con una p <.001 (N: 33 pacientes; FEY 73.3 +/- 3.1 % para el valor basal y al seguimiento FEY 64.4+/- 8.1 %)

Otro subgrupo son aquellos con FEY normal, los cuales no mostraron diferencias estadísticamente significativas en el seguimiento.

Por el contrario, en pacientes con FEVI deteriorada al inicio del estudio, hubo una mejora significativa de la fracción de eyección, al seguimiento, con una p 0,02 de significancia estadística (FEY basal 42.5 +/- 5.9 %  y valor de seguimiento 49.3 +/- 13.4%), explicado en este trabajo a la resolución de la respuesta inflamatoria ocasionada por la infección.

En cuanto al Strain longitudinal del VI (LSVI), los pacientes con LSVI normal al inicio mostraron una disminución significativa de LSVI en el momento del seguimiento  (-21.6% ± 2.6% vs -20.3% ± 4.0%, p = .006),  mientras que en pacientes con LSVI deteriorado al inicio, hubo un aumento significativo  (-14.5% ± 2.9% vs -16.7% ± 5.2%, p < .001).

En pacientes con strain global anormal del VD (>–20 %) al inicio del estudio, hubo una mejora significativa en la evolución, mientras que aquellos que tenían un strain dentro de parámetros normales, tuvieron una mejoría limítrofe, aunque no significativa. Lo mismo ocurrió con el diámetro basal del VD, si este era normal (<4,5 cm) al inicio del estudio, no hubo cambios significativos al momento del seguimiento, mientras que en pacientes con diámetro basal anormal (> 4,5 cm) al inicio, hubo una mejora significativa al seguimiento. Esto se debe a la susceptibilidad del VD a los cambios de resistencia vascular Pulmonar sufridos durante la fase aguda del COVID, así como al remodelado reverso del VD.

Las limitaciones del estudio fueron el pequeño numero de pacientes (n=153) y también el tiempo de seguimiento (129 días); sin embargo, dado el poco tiempo de la pandemia, este estudio fue uno de los primeros que dieron un reporte sobre la función y estructura cardiaca en paciente con infección de COVID 19.  Por lo tanto, el estudio proporciona información valiosa sobre las tendencias ecocardiográficas longitudinales en pacientes con infección aguda por SARS-CoV-2 y demuestra diferencias según la función basal del VI y el VD.

Conclusiones

En líneas generales, se observó que los pacientes que tenían deterioro de la función sistólica del VI y del VD, probablemente secundaria a injuria miocárdica, mejoraron en el seguimiento. Y aquellos pacientes que se encontraban hiperdinámicos (parámetros por encima de lo normal), se estabilizaron.    

En mi opinión es un estudio interesante debido a que es uno de los primeros en realizar un seguimiento en la función ventricular en pacientes con COVID agudo analizando su evolución. Hay que tener en cuenta que este estudio solamente evalúa solo la función sistólica ventricular, y no la función  diastólica de los pacientes con esta patología. Se sigue demostrando que el Strain es una herramienta fundamental para detectar la disfunción sistólica ventricular de manera temprana.

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