Los casados tienen menos riesgo cardiovascular

Por Alejandra Folgarait

[column col=”1/3″]Los casados tienen menos riesgo cardiovascular[/column]

El matrimonio puede proteger a hombres y mujeres de la enfermedad coronaria y del accidente cerebrovascular (ACV), según una reciente revisión de estudios. Por el contrario, las personas que nunca se han casado, las divorciadas y viudas tienen mayor riesgo cardiovascular que quienes viven en pareja. En este sentido, el estado marital debería ser tomado en cuenta como un factor de riesgo más por los cardiólogos, sugieren los autores del meta-análisis publicado en la revista Heart.

Se sabe que la soledad es uno de los factores que pueden contribuir a las enfermedades cardíacas, pero el rol de la convivencia matrimonial había sido controvertido hasta el momento. Mientras algunos estudios señalaban que tenía beneficios para la salud de los pacientes cardíacos, otros subrayaban que las personas casadas tenían más propensión a la obesidad y el sedentarismo. Ahora, la revisión sistemática de los resultados de 34 estudios publicados entre 1963 y 2015, que incluyeron en total dos millones de participantes de distintos continentes y de 42 a 74 años, ofrece un panorama más claro.

Según el meta-análisis de ChunWai Wong y sus colegas, las personas “solas” (divorciadas, viudas, solteras) tienen en general 42% más de riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular (OR 1.42; 95% CI 1.00 a 2.01) y, en particular, 16% más riesgo de padecer una enfermedad coronaria que los casados. No se trata sólo de enfermedad sino también de muerte. No estar casado se asocia con un mayor riesgo de muerte por enfermedad coronaria y ACV (42% y 55%, respectivamente).

¿Qué tiene el matrimonio que resulta tan saludable? Hay distintas hipótesis. Las parejas pueden detectar síntomas en sus compañeros antes que las personas que viven solas, y tomar medidas preventivas. La adherencia a la medicación también es mayor en quienes tienen alguien que les recuerde tomar los remedios. La situación financiera de una pareja suele ser mejor que la de divorciados o viudos, ya que cuentan generalmente con dos trabajos. Los matrimonios también suelen tener redes de amigos más extensas que los “solos”.

¿Es necesario estar casado para recibir este beneficio o alcanza con tener un conviviente? ¿Sucede lo mismo en las parejas del mismo sexo que en las heterosexuales? ¿Qué características debe tener un matrimonio para evitar el infarto de miocardio o el ataque cerebral? El meta-análisis no contesta estas preguntas. Sí indica que las personas divorciadas tienen mayor riesgo de enfermedad coronaria, mientras que los viudos– y, especialmente, las viudas- tienen mayor propensión al ACV. En cuanto a hombres y mujeres no casados, tienen mayores probabilidades de morir tras un infarto de miocardio(OR 1.42) que los que pasaron por el Registro Civil.

“El estatus marital parece influenciar las enfermedades cardiovasculares y su prognosis”, escribieron los investigadores. “Habría que estudiar en el futuro si el estatus marital es un marcador surrogante de comportamientos poco saludables o debería ser considerado como un factor de riesgo en sí mismo”.

“El estudio es muy interesante”, evalúa Alejandro Tettamanzi, director del Consejo de Aspectos Psicosociales en Cardiología de la SAC. “Tenemos que poner foco en la calidad de los vínculos como potencial factor de riesgo no tradicional”, dice el cardiólogo intervencionista. “Muchos eventos coronarios de producen después de la pérdida de alguien cercano, un divorcio o la muerte de la pareja”, agrega Tettamanzi.

Para la psicóloga argentina Alix Utne, las cuatro variables de estatus marital analizadas en el estudio (soltero, casado, divorciado, viudo) no alcanzan para describir el universo actual de los vínculos de pareja, que incluyen a los convivientes y a las uniones civiles, además de las parejas no heterosexuales. En cualquier caso, dice, el matrimonio no siempre es beneficioso. “Es difícil generalizar, pero hay gran cantidad de pacientes cardiológicos con estrés marital”, subraya la ex directora del Consejo de Aspectos Psicosociales de la SAC.

“Es cierto que el matrimonio ofrece la idea de seguridad económica y aceptación social, y que las personas que nunca han estado en un vínculo afectivo parecieran tener un mayor riesgo de enfermar –aclara Utne-, pero una de las relaciones más nocivas para los pacientes es el matrimonio conflictivo del que no se puede salir: el no puedo estar con el otro pero tampoco sin el otro”, apunta la psicóloga.

“Lo importante no es si los pacientes están realmente casados o no, sino la calidad de su convivencia”, enfatiza Tettamanzi. “Recomiendo firmemente que los cardiólogos se preocupen por los vínculos del paciente como medida de prevención”, finaliza el especialista de la SAC.

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