La tendencia hoy es a integrar las imágenes

Ya ningún cardiólogo trabaja solo con el tensiómetro y el estetoscopio

Del 28 al 30 de julio, tendrá lugar el Congreso Imágenes.22 de la Sociedad Argentina de Cardiología: los días 28 y 29 de julio, bajo la modalidad virtual, se desarrollarán el X Congreso Argentino de Ecocardiografía e Imágenes Cardiovasculares y las XXVII Jornadas del Consejo de Eco-Doppler Cardíaco y Vascular “Dr. Oscar Orías”; mientras que el 30 de julio se realizarán Talleres Presenciales interactivos en todo el país con el objetivo de compartir conocimiento sobre diversas temáticas de la especialidad. Se espera una participación de las sesiones virtuales de más de 2 mil profesionales de la salud, lo que lo transforma -para este tema- en el encuentro científico más importante de habla hispana del mundo.

‘La tendencia hoy es a integrar las distintas modalidades de imágenes’, afirmaron los organizadores del Congreso, entusiasmados por ser protagonistas de un encuentro único que reúne a especialistas locales e internacionales dispuestos a intercambiar experiencias y conocimientos respecto de la utilidad de las imágenes para entender la anatomía y la función del aparato cardiovascular en su totalidad y bajo la premisa de que la riqueza de estos estudios diagnósticos radica en su sinergia.

Para hablar de la importancia del evento y de cómo la tecnología atraviesa a la Cardiología -y en especial a los especialistas en imágenes cardiovasculares proponiéndoles desafíos diagnósticos y terapéuticos- entrevistamos a la Dra. María Celeste Carrero, presidente del Comité Científico del Congreso Imágenes.22, a la Dra. Susana Taboada, presidente del Comité Organizador, y al Dr. Iván Constantín, vicepresidente del Comité Científico del Congreso. A continuación, un resumen de lo conversado:

¿Cómo viene la organización este año del Congreso Imágenes.2022?

Dra. Carrero: La SAC tiene médicos cardiólogos en todo el país que van a participar no sólo del Congreso sino también de los talleres presenciales del día 30; vamos a llevar a cabo actividades presenciales de calidad con médicos muy bien formados de Rosario, Mendoza, Bahía Blanca, Junín y Córdoba, además de Capital y Gran Buenos Aires. Es una gran apuesta, hay mucha gente trabajando detrás de esto, participarán más de 200 personas en estos talleres presenciales de capacitación en imágenes cardiovasculares en distintos hospitales y lugares de formación.

¿Cuál sería el concepto clave respecto del uso de las imágenes en Cardiología?

Dra. Carrero: Antes, el cardiólogo tenía que auscultar, hacer un electrocardiograma o imaginar o suponer cómo estaba el corazón. El concepto clave es que hoy se pueden ver el corazón y las arterias. Hoy las imágenes cardiovasculares permiten visualizar estructuras microscópicas y macroscópicas. Hay diferentes modalidades y este Congreso congrega a los especialistas de todo el país y del exterior que se capacitan en imágenes que visualizan el corazón, las arterias y los grandes vasos, ya sea mediante una tomografía, una resonancia o un ecocardiograma Doppler, tratando de diagnosticar patologías precozmente. Hoy ningún cardiólogo trabaja sólo con el tensiómetro y el estetoscopio, sino que apela a las distintas modalidades diagnósticas. Si bien es cierto que, a mayor tecnología, mayor inversión en salud, lo que se ve en las grandes instituciones -donde se cuenta con todos los equipos, situación que no se advierte en otras más pequeñas o alejadas- es la posibilidad de estar conectados entre los profesionales, derivar a los pacientes y acceder a la tecnología y al diagnóstico.

Dra. Taboada: Hoy el médico de cabecera no se conforma con un electrocardiograma y una radiografía; puede querer hacer un screening del estado cardiovascular del paciente y esto puede incluir un Doppler de vasos de cuello, un Doppler de miembros inferiores o un ecocardiograma, todo esto sin generarle ningún dolor a la persona. Luego, la complejidad irá creciendo en base a la patología que se pueda detectar: la tomografía, por ejemplo, permite ver las coronarias sin tener que invadir al paciente, antes sólo teníamos el cateterismo. Todo esto es muy importante para la gente.

Dr. Constantín: Hay que tener en cuenta además la integración de las imágenes, es decir, que una modalidad de estudio no compite con la otra. Cada técnica tiene su ventaja; muchas veces, en pacientes complejos, se piden varias modalidades de imágenes, porque cada una aporta información importante que permite tomar la mejor decisión para ese paciente.

¿Cuál es el rol de las imágenes en la prevención o diagnóstico de las afecciones cardiovasculares?

Dr. Constantín: Las imágenes cardiovasculares participan en todo el espectro de la enfermedad cardiovascular en general. Podemos desde detectar pacientes asintomáticos que tienen una enfermedad incipiente y que aún no presentan síntomas, hasta el final de la cascada donde el individuo que tiene una enfermedad cardiovascular grave requiere de un tratamiento específico. En este sentido, las imágenes cardiovasculares ayudan tanto a planificar el tratamiento como a llevarlo a cabo, como en el caso de, por ejemplo, la utilización de tratamientos mínimamente invasivos por hemodinamia o de cirugías cardíacas, en las cuales se utilizan imágenes cardiovasculares incluso adentro del quirófano para guiar los procedimientos.

¿Qué estudios se realizan para prevenir las enfermedades cardiovasculares?

Dra. Carrero: Por un lado, tenemos los estudios de inicio, que son el ecocardiograma Doppler y el ecoDoppler de vasos de cuello o de arterias de miembros inferiores. El ecocardiograma Doppler busca algún problema en la estructura cardíaca, en el músculo cardíaco, en las grandes arterias o en las válvulas, que complementan información del electrocardiograma y la ergometría. Por otra parte, los estudios ecovasculares advierten la incipiente aparición de placas de ateromas (las obstrucciones que aún no generan síntomas, pero que -detectadas precozmente- permiten tratar al paciente y cambiar el pronóstico de su enfermedad). Después, hay imágenes más complejas como la tomografía cardíaca, el score de calcio, que sirven para detectar obstrucciones coronarias de forma poco invasiva, y la resonancia cardíaca o la cámara gamma; todas estas imágenes que se relacionan entre sí.

Si hablamos de procedimientos, ¿cómo ayudan las imágenes? ¿En qué casos se utilizan?

Dra. Taboada: Acá lo que importa no es mencionar una, porque apostamos por la integración de las imágenes. Desde el punto de vista educativo, se busca transmitir que, en aquellos centros asistenciales del país donde tal vez no tengan todos los equipos de imágenes, lo importante es integrar las imágenes y, a su vez, intercambiar conocimientos a través de las redes, de la comunicación con la SAC, de simposios. La idea es poder sacar rédito a cada una de estas imágenes.

Dra. Carrero: La tendencia actual en Medicina es integrar las imágenes y, por supuesto, la Cardiología no queda exenta. El corazón es un órgano complejo en su función y anatomía. Poder visualizarlo nos permite entender las causas de su mal funcionamiento. Por ejemplo, en la sala de Hemodinamia hay integración entre la imagen del cateterismo y el ecocardiograma, es la fusión de imágenes o imágenes híbridas. Esto requiere inversión tecnológica, pero también capacitación de los médicos, tanto de los que realizan los estudios como de quienes los interpretan. Las imágenes tienen un rol fundamental en el diagnóstico, en el pronóstico y en el tratamiento. No hay cardiólogo que hoy no utilice las imágenes.

¿Aumentó la capacitación de los profesionales en el último tiempo respecto del uso de imágenes diagnósticas?

Dr. Constantín: Sí, se ha ampliado mucho el espectro de formación. Hace unos años, la técnica básica de imágenes a las que accedía el cardiólogo era la ecocardiografía y, en el último tiempo, con el avance de la tomografía, la resonancia magnética y las nuevas modalidades de Medicina Nuclear, existe la posibilidad de participar cada vez en más técnicas; esto hace que deban tener una formación más integral, que abarque la mayor cantidad de métodos posibles. Cada una de estas técnicas tiene pros y contras, entonces ninguna reemplaza, ni es mejor que la otra, sino que termina dando información adicional para llegar a un diagnóstico más preciso.

Dra. Carrero: Por eso, uno de los tópicos principales del congreso es “la Formación de los Especialistas del Futuro”, porque, a medida que pasan los años, vamos viendo que cada cardiólogo tiene que saber de distintas técnicas. Antes, tal vez el médico se formaba en ecocardiografía, resonancia o tomografía, pero hoy necesita una formación multimétodo. Habrá muchas disertaciones de invitados extranjeros y locales sobre esto, sobre cómo formar a los especialistas de hoy y del futuro, porque hay un cambio de paradigma. El otro tema importante es la inteligencia artificial, que nos hace reaprender y sacar cada vez más rédito de lo que obtienen las imágenes, no sólo por lo que vemos nosotros, sino también las computadoras.

Hace poco se formó el Consejo de Salud Digital en la SAC, ¿cómo interactúan la telemedicina y el uso de las imágenes diagnósticas?

Dra. Carrero: Es clave. Por un lado, facilita el diagnóstico. Hay imágenes que pueden ser obtenidas en un lugar e interpretadas por un especialista altamente calificado, desde otra ciudad, por ejemplo. Puede ser que en un lugar esté el tomógrafo, se puedan obtener las imágenes y se pueda hacer una interconsulta con un especialista en otra ciudad; esto lo permite la tecnología. Antes, quizás había que viajar 700 kilómetros para hacerse un estudio. Se pueden hacer foros entre especialistas todo el tiempo o ateneos a través de los Consejos: el Congreso es la expresión máxima de todo esto. El hecho de que sea virtual habla de la Salud Digital, habrá 240 disertaciones y en 45 contamos con la participación de invitados internacionales de lujo, que en otro momento no hubiésemos podido hacerlo.

¿Cómo cambió la Cardiología en los últimos 40 años?

Dra. Carrero: Si se estudia un libro de cardiología de hace 40 años, se puede leer la técnica de auscultación, el examen físico y la revisión del paciente. Hoy esto sigue formando parte inherente de cualquier evaluación cardiovascular. Sin embargo, actualmente, los profesionales se forman también para saber qué imagen pedir, para qué, la diferencia entre una y otra imagen; todo el tiempo se están actualizando de la mano de la tecnología, la bioingeniería y la medicina para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.

¿Son estudios costosos? ¿Se hacen sólo en grandes centros médicos o en todo el país?

Dr. Constantín: Estos estudios se manejan por niveles de complejidad. Por ejemplo: un cardiólogo puede tener un ecoDoppler en su consultorio en cualquier parte del país; de hecho, hay equipos portátiles que son trasladables y también hay transductores que se conectan al celular y esto hace que cualquier persona en cualquier lugar pueda tener acceso a un ecoDoppler. Luego, en la medida en que vamos avanzando en los estudios, la tomografía y la resonancia son los de mayor complejidad que demandan otra infraestructura y, si bien son accesibles en la mayoría de las provincias, requieren de la existencia de un resonador o de un tomógrafo de una calidad determinada y, a la vez, que cuenten con el personal técnico para hacer el estudio y el médico entrenado para interpretar las imágenes. Hay imágenes cardiovasculares que son accesibles para todo el mundo, pero los pacientes con patologías más complejas tienen que ir a lugares con equipamientos más modernos, porque no se tiene todo en todos lados. Tampoco sería correcto desde el punto costo-efectivo, porque no toda la población tiene que hacerse esos estudios, sólo los pacientes que los necesitan.

Dra. Carrero: Con la pandemia, se extendió el uso de los equipos portátiles, económicos, para hacer ecocardiogramas que cualquier médico puede usar e interpretar; de este modo, entra un paciente a una guardia con dolor de pecho y se le puede hacer un ecocardiograma básico y saber si está sufriendo un infarto u otra condición cardiológica. Hoy, todos los cardiólogos tienen que tener un conocimiento básico de ultrasonografía cardíaca y pulmonar.

De la charla nos queda la sensación de que, de la mano de las ‘imágenes’, estamos asistiendo a un verdadero cambio de paradigma en la detección y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. La Sociedad Argentina de Cardiología es pionera en el desarrollo de actividades científicas para compartir este conocimiento.

Los médicos responden favorablemente con su asistencia y su compromiso en capacitarse en el manejo de estas nuevas técnicas. Queda abierto el interrogante de qué nos deparará el avance de la ciencia y qué rol ocuparán las imágenes en la medicina de los próximos de 40 o 50 años…

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