La pandemia aumentó el consumo de sustancias, tanto de las consideradas ‘legales’ como de las ilegales

26 de junio Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas

Desde 1987, la Asamblea General de las Naciones Unidas conmemora cada 26 de junio el “Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas”, con el objetivo de promover e intensificar las acciones para alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas.

De acuerdo con los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2018 unos 83 millones de personas en las Américas utilizaron drogas, principalmente cannabis, opioides, cocaína, anfetaminas y otros estimulantes, y se estima que para el 2030 esa cifra trepará a 87 millones.

“Es importante la conmemoración de este día internacional, básicamente, porque necesitamos mantener vigente un problema que cada vez es más evidente y sobre el que se hace poco; hay que poner en agenda este problema porque seguimos empeorando, siguen aumentando los consumos problemáticos. La pandemia, de hecho, nos trajo más consumo de sustancias tanto legales como ilegales; en las ‘legales’ entran el alcohol y el tabaco, que volvió a incrementarse. Por otra parte, la ingesta de psicofármacos hoy es desmedida, con la automedicación y la autoprescripción en forma sostenida”, aseveró el Dr. Carlos Damin, profesor de Toxicología de la Universidad de Buenos Aires, jefe de Toxicología del Hospital Fernández y presidente de Fundartox, al tiempo que agregó que tambiénse produjo un incremento del consumo de marihuana en el país, en todos los niveles socioeconómicos y culturales y a edades más tempranas.

En la Argentina, de acuerdo con cifras oficiales, el tabaco y el alcohol son las sustancias que más muertes provocan, pero también existen otras sustancias que se “banalizaron” y que están empezando a causar la preocupación de los especialistas. Para el Dr. Damin, el único camino es la prevención y la promoción de hábitos saludables para cuidar a la población.

A nivel local, según datos de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (Sedronar), las muertes relacionadas con el consumo de drogas en la población de 15 a 64 años durante el 2019 se estimaron en 13.182 casos. Ello representa el 16,3% del total de muertes para ese grupo de edad y una tasa bruta de mortalidad de 45,7 cada 100.000 habitantes, para el mismo período.

Ese informe señala que la sustancia asociada a la mayor proporción de casos fue el tabaco: el 80,8% de las defunciones están relacionadas a su consumo (10.652 casos), mientras que el 17,9% (2.360 casos) se atribuye al consumo de alcohol. En tanto, los estupefacientes y las sustancias de uso indebido presentan frecuencias menores: 1,1% (141 casos) y 0,2% (29 casos) respectivamente, aunque no por ello estos consumos dejan de ser un verdadero problema que escapa a las políticas de prevención implementadas en el país.

“Tenemos ubicada la edad de inicio en los 13 años, según las últimas dos encuestas del Sedronar de 2010 y 2016, donde se evidencia ya un aumento anual del consumo de marihuana del 300 por ciento en estudiantes de colegios secundarios. Creo que ocurrió una banalización alrededor del consumo de marihuana, porque además no tenemos a nadie que diga que fumar marihuana es dañino”, refirió.

Otras de las drogas que adquirieron relevancia en el último tiempo son las sintéticas, derivados de la metanfetamina, como el éxtasis, por ejemplo, a la vez que, tal como sostiene el toxicólogo, volvió a aparecer con fuerza el ácido lisérgico. Según detalló, esta droga se observa con preocupación sobre todo en adultos jóvenes. Además, se empieza a ver un consumo incipiente de opioides, que en el caso de Argentina el más popularizado es el tramadol.

“Los opioides no eran un problema y están empezando a serlo, como lo son desde hace un tiempo ya en Estados Unidos”, sostuvo el Dr. Damin.

Consumir drogas no resulta inocuo y tal vez no muchas personas tengan en cuenta qué le pasa al cuerpo frente a éstas, ni sepan que todos los órganos resultan afectados. Las sustancias psicoactivas, por ejemplo, alteran el sistema nervioso central, es decir, actúan sobre el cerebro y lo dañan, tanto las legales como las ilegales.

El daño, además, dependerá de la sustancia y de la vía de entrada. Fumar tiene un impacto directo en el pulmón, acá se encuentran el tabaco, el paco y la marihuana, todas dañan este órgano porque el pulmón no está preparado para fumar.

Por otra parte, los estimulantes alteran la función cardiovascular y producen desde arritmias cardíacas de todo tipo -debido al aumento de la frecuencia cardíaca- y también paros cardiorrespiratorios. Pero esto no es todo, algunas sustancias provocan alteraciones en la estructura del corazón como la miocarditis, con lo cual aparecen enfermedades crónicas a largo plazo, como la hipertensión arterial, este es el caso de la cocaína y del alcohol.

A su vez, según explicó el Dr. Damin, algunas sustancias, dependiendo del lugar por donde se metabolizan, afectan el hígado y el páncreas. “La cocaína puede producir un infarto en cualquier región del cuerpo tanto en el cerebro como en el intestino, y la marihuana genera alteraciones hormonales; todas las sustancias alteran directamente a todo el cuerpo. Por su parte, las sintéticas tienen un impacto cardiovascular muy importante y hemos visto casos conocidos de personas muertas, como los que ocurrieron en fiestas electrónicas”, aseveró.

Para el Dr. Damin, el camino para abordar el consumo de drogas es la prevención y la promoción de hábitos saludables entre la población.

“Necesitamos que, habiendo sustancias, la gente elija no consumirlas; hoy se banalizaron los consumos y no hay nadie que diga ‘por acá no’. Se precisa dinero para hacer prevención y prohibir las publicidades de alcohol, de medicamentos, dejar de promocionar el consumo de sustancias y empezar a promocionar que las personas no tengan sobrepeso, no consuman azúcar, que consuman menos harinas, que caminen, hagan ejercicio, duerman más temprano, no se automediquen y beban menos alcohol; hay que convencer a la gente de que tiene que cuidarse; hay que hacer marketing de la salud. Las personas se tienen que empoderar y entender que la salud es algo que hay que cuidar entre todos. Si logramos que la gente se cuide y desarrolle conductas saludables desde el seno familiar, será un ejemplo que sin dudas tomarán los hijos”, concluyó.

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