Enfermedad coronaria en la era preindustrial, estudio de corte transversal en una tribu indígena boliviana

Por el Dr. Juan A. Moukarzel

Este interesante estudio, presentado en el último congreso del American College of Cardiology, es quizás uno de los trabajos más originales en el área de prevención cardiovascular.

Teniendo en cuenta que al menos el 50% del riesgo de enfermedad coronaria puede ser reducido adoptando un estilo de vida saludable2 y que los factores de riesgo clásicos justifican al menos el 90% del riesgo de enfermedad coronaria3, se diseñó este estudio de corte transversal.

Desde hace más de una década, existe un grupo de trabajo denominado Tsimane Health and Life History Project (THLHP), que trabaja con la tribu tsimane de Bolivia, que vive a orillas del río Maniqui, tributario del Amazonas.

La hipótesis del equipo fue que la vida industrializada se asocia con una tasa mayor de enfermedad coronaria. Con esta premisa, se incluyeron 705 individuos mayores a 40 años provenientes de la tribu tsimane y se determinó en ellos el score de calcio (CA).Los resultados se compararon con aquellos del estudio MESA (un estudio epidemiológico de cohorte en población de Estados Unidos), como un reflejo de la prevalencia de enfermedad coronaria en la sociedad industrializada.

Se estratificó a la población en cuartilos: 0: ausencia de riesgo; 1-99: bajo riesgo; 100-399: riesgo moderado;≥400: alto riesgo. La población tsimane presentaba una muy baja prevalencia de factores de riesgo (hipertensión, dislipidemia, diabetes y tabaquismo) en forma global e incluso estatificada por grupos etarios (sin diferencia entre ellos).

Se observó una baja prevalencia de enfermedad coronaria en toda la población: 85% tenía un score de 0; 13% < 100; y únicamente el 3% presentaba un score ≥ 100. Esto contrasta en forma muy significativa con la población MESA, a tal punto que deberían pasar al menos 24 años para que la población tsimane alcanzase un puntaje mayor a 0. Solo basta con observar que únicamente el 14% de la población MESA tenía un score de 0 y más del 50% un score ≥ 100. Estos hallazgos se extienden incluso en ambos sexos e individuos añosos tsimane.

Según los datos reportados, un tsimane octogenario presenta la misma edad vascular que un norteamericano a los 50 años aproximadamente. Y si bien los hombres tsimane presentaban scores de CA mayores que las mujeres (más evidente en añosos), dicho score era aún mejor que el de las mujeres japonesas inclusive, convirtiéndose en la población con menor riesgo cardiovascular reportado hasta el momento.

La baja prevalencia de enfermedad coronaria en la población tsimane se debe al estilo de vida saludable de la tribu. La dieta habitual incluye un 14% de grasas (libres de grasas trans), 14% de proteínas y 72% de hidratos de carbono no procesados (arroz, mandioca, maíz, etc.). Las proteínas provienen de la carne que obtienen de la caza. Asimismo, es de destacar que los tsimane pasan menos del 10% del día en actividades sedentarias, a diferencia del 54% en la población industrializada.

La baja prevalencia de enfermedad coronaria se da a pesar de una mayor tasa de enfermedades infecciosas (marcada elevación de la PCR) como posible desencadenante de ateroesclerosis.

Este estudio reafirma en forma inequívoca el impacto real que tiene el estilo de vida saludable en el desarrollo de enfermedad coronaria. La contribución relativa de cada uno de los factores queda por ser evaluada, pero es evidente que la combinación de ellos es una receta exitosa para prevenir la ateroesclerosis.

Referencias

1. Hillard Kaplan, Randall C Thompson, Benjamin C Trumble , et al. Coronary atherosclerosis in indigenous South American Tsimane: a cross-sectional cohort study. Published online March 17, 2017; http://dx.doi.org/10.1016/S0140-6736(17)30752-3.

2. Khera AV, Emdin CA, Drake I, et al. Genetic risk, adherence to a healthy lifestyle, and coronary disease. New Engl J Med 2016; 375: 2349–58.

3. Yusuf S, Hawken S, Ôunpuu S, et al. Effect of potentially modifiable risk factors associated with myocardial infarction in 52 countries (the INTERHEART study): case-control study. The Lancet2004; 364: 937–52.

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